Ante una falla del control remoto de la televisión, entre las reacciones inmediatas más comunes/ilógicas, se presentan las siguientes*:
Estirar la mano para, sin moverte de donde estás, acercar más el control a la tele.
Guiado por la idea de que el problema podría ser que el control no pueda envíar la orden desde tan lejos, así que le damos una ayudadita de... 30 cms.
He presenciado casos extremos en que el afectado termina pegando el control remoto a la zona de recepción de la televisión esperando que funcione (y olvidando que si ese es el caso, podría manipular la tv con los controles que están bajo la pantalla).
Oprimir los botones con mayor fuerza.
Como pellizcar a alguien que no te está haciendo caso, o gritarle al distraído. Tal vez la tele no ha entendido que queremos cambiar de canal.
Golpear el control remoto.
Algunos lo hacen en zonas específicas (por donde están las pilas, para que continúen mandando energía; por donde está el "foquito", etc).
Mover las baterías.
Desde sacarlas y volverlas a meter, hasta simplemente hacerlas "rodar" en su lugar. No tengo idea siquiera de qué se pretende con hacer esto, pero en repetidas ocasiones pareciera funcionar.
Mientras se mantiene fuertemente oprimido el botón deseado, se tuerce la mano hasta el límite de su articulación.
La idea es que tal vez "el rayito" no está llegando directamente, así que agregándole una especie de chanfle, podría sortear cualesquiera que sean los obstáculos que no le permiten llegar a su destino.
Siga cualquiera de estos pasos -o todos- y logrará mantener por siempre el problema que le impide usar su control de manera normal.
1 comentarios:
Ajaja, ahuevo, rodar las pilas es clásico, y sí funciona o_O.
Pero como yo no veo la tv y me la paso leyendo libros, no comprendo esos problemas tan banales.
Oj, oj. Disculpe.
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