Triste es ver que el crimen organizado se haga de niños para convertirlos en sicarios.
Pero es mucho mas triste que la única reacción de las autoridades sea "modificar la ley de adolescentes", "ampliar la edad penal" y "aumentar las sanciones". En pocas palabras: actuar sobre las consecuencias en vez de mirar las causas.
A fin de cuentas, el que se vuelve criminal -para el gobierno- deja de ser mexicano. Mátenlos a todos.
20100221
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